Seguramente has escuchado este término en redes sociales, series o canciones y ya tienes una idea de lo que es; los daddy y mommy issues son en esencia problemas paternales y maternales en cualquiera de las etapas de desarrollo, pero por lo general, las consecuencias psicológicas se manifiestan en etapas adolescentes o adultas.
Estos conflictos se derivan de los comportamientos abusivos, ausentes o carentes de las figuras paternas y maternas durante los primeros años de vida, mismas que complican el pleno desarrollo de las personas afectadas y las relaciones que estxs construyan posteriormente.
Las razones de los daddy/mommy issues son varias, pueden ser desde relaciones violentas y/o abusivas con lxs hijxs tanto físico, mental, emocional y psicológicamente hablando; poca o nula atención dentro de la crianza, o bien, la total ausencia del padre o madre.
Ahora ¿Por qué tanto mommy/daddy issue en México?
Los motivos pueden ser muchísimos. Iniciemos por hablar de las razones económicas: en México se trabaja en promedio 2,124 horas al año, que en términos de días serían jornadas de 8 a 11.2 horas diarias, a eso sumando las horas de desplazamiento, el bajo salario obtenido y el cansancio continuo, los padres y madres en ocasiones no tienen los recursos monetarios, temporales ni energéticos para brindarle una crianza saludable a sus hijxs. Eso aunado a los ambientes y rutinas estresantes a los que estxs se ven sometidxs en sus hogares por las causas anteriores.
Ahora lo emocional: ya con el contexto económico de la familia mexicana promedio y, que este modus vivendi sobre descuidar e ignorar las demás necesidades del desarrollo se ha implementado por generaciones, es común que en México se tenga poco o nulo contacto con la inteligencia emocional, el desarrollo de empatía, autocontrol y manejo de emociones.
Sin embargo, estas situaciones no son exclusivas de las familias que viven en esta rutina, también se pueden llegar a manifestar en los hogares con mejores condiciones económicas y sociales.
Lxs hijxs al no contar con educación emocional, guía, escucha, apoyo, resguardo y básicamente un espacio seguro, crecen lidiando con sus carencias para luego desarrollar comportamientos para compensarlas, ya sea con otras personas que cubran estas necesidades o con conductas poco saludables. Por supuesto habrá familias que sean la excepción.
Para continuar con los aspectos culturales: en México no se estila ir al psicólogo, terapia ni priorizar la salud mental y emocional, ni de niñxs ni de adultxs. Estos últimos años ha ido cambiando un poco, sin embargo, no se debe ignorar que pocas personas tienen acceso a estos servicios.
También es común ignorar o censurar cualquier muestra de voz propia que no cumpla con los patrones familiares previamente establecidos y por lo tanto, en los hogares mexicanos se crean dinámicas de poco respeto hacia aquellas personas que buscan autonomía física, emocional o mental.
Las razones anteriores no buscan quitarle responsabilidad a los padres y madres por las crianzas, pero sí señalar algunas de las razones por las que son más comunes en México. Finalmente, los mommy/daddy issues en una persona se reflejan de diferente manera, según cada sujeto y sus peculiares condiciones y, como todo, es más fácil prevenirlos que curarlos. A pesar de ser una larga tarea y un proceso de sanación no lineal, no es absolutamente imposible sanar esas carencias.
En la actualidad, la mayoría de nosotrxs no desea tener hijxs justamente como una respuesta a los traumas de la infancia, pero también a la concientización de la responsabilidad que implica traer a una persona al mundo.
No obstante, hay personas que si quieren hijxs y son precisamente ellxs quienes tienen la responsabilidad de sanar y aprender para no repetir los patrones que acallan la voz y le faltan al respeto al desarrollo e individualidad de cada persona y, por supuesto, para que no deban lidiar con sanar mommy o daddy issues.
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